Género: Terror
Temática: Licantropía, Misterio, Muerte, Nudity, Asesinos en Serie
País: Eespaña
Duracón: 95 Minutos
Año: 2004
Director: Paco Plaza
Guión: Alberto Marini, Elena Serra
Intérpretes: Elsa Pataky, Gary Piquer, John Sharian, Julian Sands, Macarena Gómez
Productor: Julio Fernández
Música: Mikel Salas
Fotografía: Javier Salmones
Montaje: David Gallart
Sinopsis:
Galicia,
1850. Los bosques están plagados de lobos. Cada vez son más los
desaparecidos. Los cadáveres mutilados presentan heridas salvajes junto a
incisiones propias de un cirujano. Esa contradicción aterroriza a los
aldea-nos que no se atreven a cruzar los bosques. La leyenda del hombre
lobo se expande. Bárbara (Elsa Pataky) y su hermana Josefa viven en una
casa en mitad del bosque. Sólo cuando llega Manuel (Julián Sands), un
vendedor ambulante y amante de Josefa, de quién Bár-bara está
secretamente enamorada, se sienten a salvo. Manuel acompaña a Josefa a
la ciudad. Cuando regresa, entre él y Bárbara surge una desgarradora
historia de amor. Pero la sospecha de que su hermana nunca llegó a la
ciudad se apodera de Bárbara ¿Por qué Manuel es el único que no teme
cruzar el bosque? ¿Qué secreto esconde su viejo carromato?
A mi me ha parecido mejor película de lo que esperaba, la vi hace mucho
tiempo empezar pero nunca acabar, y ese comienzo me gustó, y después de
verla hoy se que he visto la mejor película de la Fantastic Factory. Con
un desarrollo lento pero continuo nos relata una historia de
Licantropía verdadera o falsa, no lo sabremos, pero atrapa hasta el
final. No es un peliculón pero no está mal construida, tiene una
fotografía estupenda; mostrando esos paisajes gallegos y de la costa
atlántica, buenos guiones, buenas interpretaciones, e incluso la Pataki
no lo hace fatal, sino, en su punto; no hay mucho gore, pero lo poco que
se ve creo que es suficiente, ya que poco hubiera sido ñoño, y mucho no
hubiera pegado con el progreso en general del film, he de resaltar la
gran escena de lobo a hombre, y como decía una persona:
¿Pensad en una película que no sea millonaria donde se vea ese proceso también hecho sin necesidad de ordenador?
En general una película bastante agradecida aunque pasa desapercivida su visionado, te gusta pero te queda con falta de algo
¿Pensad en una película que no sea millonaria donde se vea ese proceso también hecho sin necesidad de ordenador?
En general una película bastante agradecida aunque pasa desapercivida su visionado, te gusta pero te queda con falta de algo
FUENTE: http://www.abandomoviez.net/db/pelicula.php?film=421
Fuente: http://www.asesinos-en-serie.com/manuel-blanco-romasanta-el-hombre-lobo-de-allariz/
Romasanta y sus asesinatos
Durante el tiempo en que Romasanta
estuvo en su parroquia natal, se comportó adecuadamente y no levantó
sospecha alguna; pero, poco después de comenzar su vida ambulante (como
vendedor de quincalla), surgió el rumor de que había asesinado en
Castilla a un criado del prior San Pedro de Rocas. También fue
sospechoso de matar al vendedor Manuel Ferreiro en 1834, y se sabe que
en 1843, habiéndole dado palabra de matrimonio a una mujer (Catalina
Fernández) 18 años mayor que él, tuvo que huir de tierras leonesas
porque era sospechoso de haber asesinado a Vicente Fernández, el
alguacil de León, ya que éste pensaba embargarle una tienda por deudas.
Todas las cosas antes mencionadas
hicieron que el diez de octubre de 1844, pese a la falta de pruebas, el
Juzgado de Primera Instancia de Ponferrada le condenase a diez años de
presidio. Querían condenarlo a muerte, pero Romasanta no compareció y
las pruebas no aparecieron. Ante la condena impuesta y posteriormente
confirmada por la Audiencia de Valladolid, Romasanta escapa y se oculta
en Galicia, dentro de la parroquia de Rebordechau-Vilar de Barrio.
En Rebordechau, durante los primeros dos
años, Romasanta vive y trabaja de jornalero en la casa de Andrés
Blanco, desapareciendo (por días o incluso semanas) en los meses de
menor actividad para ir a Portugal y regresar trayendo mercancía de
contrabando para venderla en fiestas y mercados. Según se sabe, Andrés
Blanco apreciaba a Romasanta por su carácter afable, su actitud comedida
y su buena disposición para colaborar en lo que sea menos el sacrificio
de animales; ya que, paradójicamente (pues fue un asesino), no soporta
ver correr la sangre de esas inocentes criaturas.
En el año 1845, estando en casa de
Andrés Blanco, Romasanta se hace amigo de Manuela García Blanco, una
mujer diez años mayor que él, y con un historial sentimental bastante
agitado, ya que a los 37 tuvo una hija estando soltera, después se casó
con Pascual Merello y enviudó, luego se casó con Pascual Gómez en 1838 y
se divorció en poco tiempo. Siendo amigo de Manuela, Romasanta conoce a
los hermanos de ésta: Benita, Josefa, María, José y Luis García Blanco.
Ya a comienzos de 1846, la amistad entre
“El Canicha” (Romasanta) y Manuela se transforma en un amor, platónico
según especulan los especialistas en base al pseudohermafroditismo que
sufría. En esos mismos tiempos, Manuela y Petra (su hija) acompañan a
Romasanta en sus ventas por parroquias vecinas.
En febrero del mismo 1846, Manuela, en
su escasez de recursos económicos, pone en venta una casita que tenía en
Rebordechau a unos sesenta reales, para ayudar a Romasanta con sus
negocios. Posteriormente, el 30 de marzo, Manuela se ausenta de su hogar
(no la casa que iba a vender) para concretar la venta de la casita, y
entonces el malagredecido de Romasanta aprovecha para llevarse a Petra,
de apenas trece añitos, a la Sierra de San Mamade. Luego, cuando Manuela
vuelve con el dinero y le pregunta a Romasanta que dónde está Petra,
éste dice que la envió, para servir de criada, en la casa de un cura de
Santander, del cual Manuela le había hablado varias veces de forma
favorable.
Confiando en la palabra de Romasanta y
habiendo pasado unos ocho días, Manuela decide ir también a servirle al
cura de Santander, en gran parte para estar junto a su querida hija. En
cuanto a Romasanta, éste no solo que la anima a Manuela para que vaya
donde el cura, sino que la acompaña.
Pocos días después, Romasanta vuelve con
toda la tranquilidad del mundo y, cuando le preguntan por Petra o
Manuela, dice que están bien acomodadas, sirviendo de criadas en la
casona del cura de Santander. No se imaginan que miente, y que es un
malagradecido y un asesino, pues ha matado a Petra y a Manuela, las ha
descuartizado, les ha sacado la grasa o “manteca” (para venderla), y ha
dejado los despojos al aire libre, como para que su aroma atraiga a los
lobos, que morderán los cadáveres y así, con sus colmillos, habrán de
servirle posteriormente a Romasanta para construir la leyenda de que él
se transformaba en hombre-lobo cuando asesinaba sin voluntad ni
conciencia a las víctimas que años después habrá de confesar… Ahora, y a
pesar de dar esa respuesta a la mayoría de personas, a Brígida Aguilar,
esposa de Luis García Blanco, le dice que él les ha encontrado acomodo
en Asturias a Manuela y a Petra, cuando en realidad jamás ha puesto un
pie en Asturias. Inclusive, Romasanta llega al extremo de la mentira
cuando, cierto día tras regresar de sus viajes de comercio, les dice a
las hermanas García Blanco que ha recibido una carta de Manuela en la
que ésta se muestra complacida del buen sueldo que está ganando y de su
nueva situación.
Tras acabar con Manuela y Petra,
Romasanta pone la vista en Benita García Blanco de 34 años, hermana
menor de la fallecida Manuela, que tenía un hijo de 9 años (Francisco) y
llevaba un matrimonio bastante complicado con un tal Francisco Núñez
Somoza, en la aldea de Souteloverde.
Se da así que, a finales de enero de
1847, el abad de O Castro de Laza realiza el primer padrón como cura de
la parroquia, y allí ve que en Souteloverde no está Francisco Núñez, ni
su esposa Benita, ni el pequeño Francisco. Según le explican los vecinos
al cura, Francisco Núñez se ha ido a San Xoán de Laza por conflictos
conyugales, mientras que admiten no saber dónde han ido Benita y su
hijo, aunque creen que probablemente, por no tener casa propia, han ido
con algún familiar. Es pues en esa situación que Romasanta se inmiscuye
y, apoyándose en la falsa carta de Manuela (en la que dice estar
contenta trabajando con el cura), convence a Benita para que viaje con
Francisco a Santander, pues él le promete conseguirle un buen empleo en
casa de un cura vecino del cura con el que supuestamente trabaja
Manuela. Ingenuamente Benita cae en la trampa de Romasanta, y éste
organiza el viaje de las víctimas en marzo de 1847.
A las pocas semanas, el vil Romasanta
está vendiendo una colcha, tres camisas y la saya de Benita. Nadie se
imagina que él, en medio del bosque, las asesinó brutalmente (tanto que
les causó deformaciones óseas) el 13 de marzo, devoró parte de sus
cadáveres y les sacó la manteca, dejando el resto a los lobos… Y en gran
medida no se lo imaginan porque Romasanta miente con facilidad: a Luis
García, hermano de Benita, le dice que Benita se ganó la lotería y puso a
Francisco a estudiar Derecho; a María, también hermana de Benita, le
dice que ésta y su sobrino Francisco viven a una legua de distancia, en
casas de dos curas que son sobrino y tío.
De ese modo Romasanta tenía engañados a
los familiares de sus víctimas, al punto de que María (la hermana de
Benita) se entusiasma y, pese a sus 58 años, empieza a soñar con salir
de la pobreza de la misma forma en que sus hermanas supuestamente lo
hicieron con la ayuda de Romasanta. Por eso, en 1850, ésta le pide
varias veces a Romasanta que le encuentre un oficio cerca de sus
hermanas, pero Romasanta le dice que el viaje requiere dinero, y que
para eso ella debe hacer el sacrificio de vender sus bueyes y demás
bienes, ya que las primeras semanas en Santander le acarrearán muchos
gastos. Ante ese pronóstico, María se desanima y opta por no viajar,
puesto que no quiere apostar tanto. Pero Romasanta tiene otra víctima en
la mira: Antonia Rúa Carneiro, vecina y comadre suya.
Con Antonia, Romasanta entabla un
romance que no oculta a los del barrio, quizá porque así le conviene.
Antonia es soltera, tiene dos hijas (María de 11 años y Peregrina de
menos de 3), y un pequeño pero jugoso patrimonio heredado de su madre y
valorado en 600 reales. A Romasanta le parece que puede engañar
fácilmente a Antonia, y definitivamente ésta cae y hasta les cuenta a
vecinos y parientes que Manuel le ha prometido casarse con ella y poner
una tienda en Castilla. Sin embargo, en días anteriores, a unos vecinos
les dice que trabajará de criada en Ourense, con un amo viudo que tiene
dos hijos; mientras, a otros les cuenta que trabajará para un amo rico,
en el mismo pueblo donde supuestamente están Manuela y Benita.
Con esos antecedentes, Romasanta parte
junto con Antonia y la pequeña María, un Domingo de Ramos del año 1850.
Previamente Antonia le ha vendido a Romasanta todas sus propiedades,
quedándole éste a deber el importe de la venta.
Dos o tres días después, Romasanta
vuelve a Rebordechau con unas cabras compradas en Riobó, y allí en
Rebordechau se posesiona de las tierras de Antonia Rúa. Afortunadamente
María Dolores, la hija mayor de la difunta Antonia, no viajó con su
madre y su hermana, pues se ha quedado con su tía Josefa; sin embargo,
poco después va a casa de Luis García Blanco, y allí permanece casi dos
meses, hasta que Romasanta se la lleva a vivir con él, cosa que ella
acepta pues éste le ofrece mejores condiciones de vida, y efectivamente
la trata bien durante varios meses, hasta que en otoño de 1850 le
propone llevársela con su madre. La niña, en su inocencia, no sabe que
ha aceptado un viaje sin retorno…
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